Cuando te encuentras en una relación donde el amor se desvanece y las grietas comienzan a aparecer, puede resultar desgarrador aceptar que la persona que amas desea terminar la relación.
A menudo, nuestra resistencia a dejar ir a esa persona puede estar arraigada en el miedo a la soledad, a enfrentar el cambio o incluso al temor de no encontrar a alguien más.
Sin embargo, es importante reconocer que aferrarse a alguien que ya ha decidido partir solo prolongará el sufrimiento tanto para ti como para la otra persona.
Amar verdaderamente a alguien también implica permitirles buscar su propia felicidad y crecimiento, incluso si eso significa separarse de nosotros.
Dejar ir a alguien que quiere terminar la relación puede ser un acto de valentía y amor propio.
Significa reconocer que mereces a alguien que esté completamente comprometido contigo y que ambos merecen la oportunidad de encontrar la felicidad en diferentes caminos.
Aunque pueda resultar doloroso al principio, recuerda que el tiempo sana las heridas y abre puertas a nuevas posibilidades.
Permítete llorar, sanar y crecer a partir de esta experiencia.
Confía en que el futuro tiene reservado para ti algo mejor, alguien que se alinee verdaderamente con tus sueños y deseos.
Recuerda, soltar no siempre es fácil, pero a veces es la única opción para avanzar hacia una vida plena y satisfactoria. Permítete el espacio para sanar y confía en que, con el tiempo, encontrarás la felicidad de nuevo, incluso si ahora parece inalcanzable.
A veces, amar significa dejar ir.
Si alguien quiere terminar la relación, aunque tú no quieras, recuerda que mereces a alguien que esté totalmente comprometido contigo.
Permítete sanar, crecer y confía en que el futuro tiene algo mejor preparado para ti.
Ozmar Blavatsky
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