jueves, 20 de septiembre de 2018

LA TOLERANCIA



la Tolerancia es la Actitud que toman las personas en donde se respetan las opiniones, ideas o actitudes de otras personas aunque no coincidan con las propias.
Es tener un sano espíritu de tolerancia que les haga apreciar y respetar las opiniones ajenas" La palabra proviene del latín tolerantĭa, que significa ‘cualidad de quien puede aguantar, soportar o aceptar’.
Es un valor Moral que implica el respeto íntegro hacia el otro, hacia sus ideas, prácticas o creencias, independientemente de que choquen o sean diferentes de las nuestras. En este sentido, la tolerancia es también el reconocimiento de las diferencias inherentes a la naturaleza humana, a la diversidad de las culturas, las religiones o las maneras de ser o de actuar.
Es un concepto relacionado con la aceptación y con la consideración ante las acciones u opiniones de otras personas cuando éstas sean diferentes de las propias o se contraponen al marco personal de creencias. La tolerancia se rige como un valor básico para convivir armónica y pacíficamente. No sólo se trata de permitir lo que los demás digan o hagan, sino de reconocer y aceptar la individualidad y las diferencias de cada ser humano. Se considera que la tolerancia constituye la base de buena convivencia entre personas de diferentes culturas, credos, razas, y modos de vida. La tolerancia por respeto al individuo se podría formular como:
No estoy de acuerdo contigo, pero te dejo que lo hagas por respeto a las diferencias.
La tolerancia se presenta como principio para la convivencia, como único modo de vivir en paz y libremente y el gran principio, el principio universal de uno y otro, está en toda la tierra: 'No hagas lo que no quieras que te hagan'. Pues bien, si se sigue este principio no se advierte cómo un hombre puede decir a otro: 'Cree lo que yo creo y que tú no puedes creer o morirás'
En cambio lo opuesto La intolerancia se opone a todo en cuanto de racional hay en el hombre y nos acerca a las fieras. 
El derecho de Intolerancia es absurdo y bárbaro; es el derecho de los tigres; es mucho más horrible aún, porque los tigres no se destrozan sino para comer. Otro motivo, que se suma a los ya expuestos, para fomentar una actitud tolerante es la evidencia de que somos seres imperfectos, a quienes cuesta hallar verdades y todos estamos modelados de debilidades y de errores. Perdonémonos las necedades recíprocamente, tenemos que tolerarnos mutuamente, porque somos débiles, inconsecuentes y sujetos a la mutabilidad y al error.
Aceptar y tolerar son dos conceptos que podrían parecernos que tienen significados muy similares. Sin embargo hay un matiz que marca la diferencia y que puede llegar a tener mucha importancia, sobretodo en el contexto de las relaciones cuando se habla de dos términos

Aceptar: Recibir voluntariamente o sin oposición lo que se da, ofrece o encarga.

Tolerar: Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente.

La diferencia entre ambas palabras y sus significados se refieren a que en la aceptación no hay oposición o resistencia. Sin embargo el término tolerar conlleva la idea de permitir algo que no se considera correcto. Por lo tanto hay un juicio y se considera que algo o alguien está equivocado (y nosotros no, claro) y a pesar de ello, se permite.
Pues bien, esta diferencia tiene una importancia capital en las relaciones humanas porque, el hecho que toleremos a alguien y no lo aceptemos actúa como un filtro sobre lo que percibimos de esa persona y por lo tanto tiñe nuestra percepción de la realidad. Esto hace que ante un mismo hecho, nuestra respuesta puede llegar a ser muy diferente en función de ese juicio o etiqueta que hayamos aplicado a la persona. Y esa etiqueta, muchas veces se “cuelga” de una manera inconsciente.
La cuestión no radica en si es o no es adecuado tolerar o aceptar a una persona sino que lo más importante de todo es que tomemos consciencia si estamos en una u otra perspectiva. Y esto es importante porque ante un mismo hecho nuestra respuesta será muy diferente en función de si estamos en un lugar u otro. Si somos  conscientes de ello se nos abrirán unas posibilidades de actuar, que sin esta consciencia no seríamos capaces de ver. Y esto nos da mayor flexibilidad y nos convierte en personas más libres.
Ahora bien, ¿cómo podríamos saber si estamos en aceptación o tolerancia? Algo que nos puede ayudar mucho es darnos cuenta si estamos juzgando a la persona. Si aparecen juicios es muy probable que estemos en la tolerancia. Y saberlo nos puede ayudar mucho ya que,en palabras de Maturana, “la tolerancia es una confrontación diferida“.
Así, si toleras a tu vecino pero no lo aceptas, las cosas que puedan molestar, te molestarán todavía más, y si quieres mostrar tu queja por su comportamiento, es muy probable que lo hagas en un tono y una actitud que no será muy adecuado y que no servirá para conseguir tu objetivo: que no  vuelva a hacer aquello que te molesta.  No es lo mismo realizar una queja o petición desde una posición asertiva, en la que las dos partes son igual de importantes, que cuando una de los dos piensa que tiene  toda la razón y por lo tanto no está dispuesta a escuchar a la otra parte en conflicto.
Otro aspecto a tener en cuenta es cuando “soportamos” un comportamiento de alguien. La palabra soportar ya nos indica que estamos tolerando y no aceptando. Por lo tanto, es sólo cuestión de tiempo para explotar.
Así, cuando interactúes con una persona pregúntate si la aceptas o simplemente la toleras y piensa cómo ello te puede  ayudar o alejar de lo que realmente quieres conseguir de lo que quieres.
Por: La Web.





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