ACOSTUMBRATE A LO BUENO

 Un día me dijeron; Acotúmbrate a lo bueno.

Y sí! Me fui acostumbrando a sentirme libre del requisito tan absurdo y duro que yo misma me había impuesto,...insistir el -ser perfecta- . Y me sentí tan humana...sin culpas. Rompí los miedos. Me volví más dócil y flexible conmigo misma.

Me fuí acostumbrando a disfrutar de mi propio espacio. A no empeñarme en entender siempre las actitudes de otras personas. A no esperar ó necesitar mucho...para así sentir...que no me hace falta nada.

Me fui acostumbrando...a sentirme fuerte...poniendo límites...tomando con valor las riendas de mi paz mental y felicidad. A ser y estar a mi ritmo.

A disfrutar de cada situación y a entenderla como parte de un plan divino diseñado para mí.

Me fui acostumbrando...a cada oportunidad...a soñar alto...a gozar del concierto que dan mis pasos cuando aceptan el ayer...respirando con gratitud el presente y entregar al cielo con Fe la impaciencia del mañana.

Me fui acostumbrando... a la serenidad que me dá el ser cautelosa con lo que veo, con lo que hablo...lo que escucho, lo que leo...cautelosa incluso cuando elijo a quien dejo entrar en mi vida y a preguntar, en lugar de dar por hecho o adivinar respuestas.

Me fui acostumbrando a lo bueno...

A ser valiente.

A ir por la vida abrazada de mis sueños.

A no apresurar mi paso...para dar tiempo al tiempo.

A dar y recibir el amor que me merezco.

A luchar con fe...para saborear con Gratitud las Bendiciones...."

* Marcela J. Villalón *

Garabatos del Tiempo