Dicen que cuando se habla de este tipo de malformaciones esperas que jamás te toque lidiar con algo como esto por ser un tema muy delicado.
Pues bien hoy les contaré que estadísticamente tuve que lidiar con esto directamente, por azahares del destino mi hija menor cuando iba a cumplir un añito se cayó del andador de cabeza por lo que la llevamos a la clínica ya que comenzó a vomitar. Después de hacerle muchas pruebas como placas, tomografías nos indicaron que debíamos pasar por una interconsulta con El Neurólogo porque habían encontrado un "hallazgo" por lo que el Neurólogo le mandaría a hacer una resonancia magnética para saber que era y donde se encontraba ubicada dicha malformación.
Mi niña era una bebé que estaba a punto de cumplir 01 añito de vida.
Pasamos la interconsulta y después de días internada y hacerle la resonancia magnética el Doctor nos dijo que mi niña tenía efectivamente una malformación y que donde estaba ubicada dicha malformación (en el centro del cerebro) no era operable. En aquel momento la abracé tan fuerte, pero tan fuerte que le preguntamos al Dr. que tipo de malformación tenía y nos dijo que era una malformación venosa. Recuerdo mucho esos días hasta antes de que me dieran el resultado, lloraba mucho, no dormía, rezaba mucho y le pedía a Dios que fuera aquello que me dijeron 8venosa) puesto que una malformación arteriovenosa en cualquier momento le podía desencadenar un aneurisma, tumor cerebral y que si hubiera sido aquello mi niña no tendría posibilidad de vivir ya que en cualquier momento podría tener una muerte súbita debido a esto.
La única manera de poder hablar de esto fue cuando una prima de mis hijas pasaba hoy por hoy por esto y escuche el llanto desgarrador que una madre pueda sentir porque tambíén lo he sentido, lloramos juntas y se suponía que debía ayudar. Le pregunte a la mamita que tipo de malformación tenía su niña y me dijo que era arteriovenosa, a la distancia le pedí que me escuchara y le conté mi historia de vida, lloramos mucho pero le dije que Dios era grande con su niña y lo fue con la mía, en el caso de ella era una malformación arteriovenosa pero donde estaba ubicada la lesión esta se podía operar y se que saldrá bien porque Dios es grande. Le conté la historia de mi niña y le dije que en el caso de mi a mi niña le detectarán una malformación arteriovenosa no tendría posibilidades de vivir. Logre calmar el llanto y el dolor y entendí que si a alguna persona puede ayudar esta historia, me dije en ese momento que la compartiría. Haciéndoles saber que Dios jamás se olvida de nosotros y que está a nuestro lado en los peores momentos de nuestras vidas... Me sentí feliz de haber podido ayudar con mi historia, de darle un poco de luz, de saber que su niña podrá salir de esto que ahora la tiene internada, me sentí feliz de hacer que no pierda las esperanzas porque Dios es grande. Y me siento feliz porque sé que Dios nos escucha en la oración.
Siempre me he sentido Bendecida por mi Dios, siempre he tenido Fe, soy creyente de que la oración mueve montañas y sí debo decir, que cuando se ha tratado del bienestar y salud de mis hijas siempre le he pedido a Dios que les permita vivir entregándole mi vida por la de ellas, porque considero que es lo más valioso que tenemos, jamás me ha costado decidir entregar mi vida por ellas.
Cuando recibimos la noticia de que lo que tenía nuestra hija era una Malformación Venosa respiramos y regresamos a la vida. Con ciertas indicaciones hemos venido a lo largo ya de 15 años verla crecer, reír, disfrutar de ser feliz haciendo lo que le gusta hacer. Sólo debemos tener cuidado en que si tiene fiebre hay que bajársela rápidamente, si le duele la cabeza hay que darle un paracetamol y observar de que no llegue a la fiebre, cada 5 años debemos hacerle una resonancia magnética para ver y hacer el seguimiento de que la malformación venosa no haya degenerado en arteriovenosa, que no tenga irrigación. Gracias a Dios a la fecha esta no ha degenerado en absoluto. Pero debo decir que cuando hay situaciones que no puedes manejar como el hecho de que en la primera y segunda visita al neurólogo mientras hacían los exámenes nos dijo: si fuera una malformación venosa a nivel de donde se encuentra su niña puede morir sin opción a poder ser operada por ser una malformación que en el lugar donde se encuentra es en el centro del cerebro ( era inoperable). Fueron días, semanas, meses y aún son años en los que le pido a Dios que aquella malformación venosa no degenere en arteriovenosa. Siempre he confiado que Dios es mi mayor protector y el de mis hijas siempre.
Una Malformación Venosa se haya en el cerebro y es como una apéndice muy delgada en la cual según la resonancia magnética no evidencia signos de que tiene venas o arterias que la estén irrigando, es sólo un penacho. Se tiene que determinar que tipo de malformación es y su ubicación para saber si es operable o no.
Una Malformación Arteriovenosa irriga sangre está activa y depende de la resonancia magnética y de donde se encuentre para que pueda ser operable o no.
En ambos casos deben hacerle seguimiento y si se tiene que operar se debe operar a menos de que no haya alternativa ó no se pueda operar por la ubicación y otras medidas que los Doctores puedan evaluar.
Sin duda un tema fuerte, una situación que nos deja sin piso a los que pasamos por esto, pero que se debe observar.
Yo le Agradezco a Dios por permitirme disfrutar de mi hija hasta ahora y espero que sea por muchos años más. Fui Bendecida hasta el día de hoy y si tuviera que dar mi vida a cambio de la de ella no lo pensaría dos veces.
Siempre es bueno saber que a veces hay personas que viven normalmente, que disfrutan de la vida pero a veces dejan de existir de la nada muchas veces se debe a esto pues en mi caso pude saberlo por un accidente que tuvo mi pequeña y puedo chequear que hasta ahora todo va bien y espero que Dios siempre le permita vivir una larga vida y que pueda disfrutar de su bella sonrisa, de sus besos, de sus abrazos, de su vida.
Escrito Por: Sandra- Gf
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