miércoles, 27 de diciembre de 2017

MISTICISMO

Lo místico es lo secreto, lo que no se dice ó quizás, podemos decir que es justamente lo que no puede decirse, porque al comunicarse verbalmente pierde su esencia. "Lo inexpresable, ciertamente, existe. Se muestra, es lo místico".
Es una creencia o convicción de que la experiencia de la esencia divina tiene una autoridad hacia la sustancia de la experiencia"  "El misticismo enseña la disponibilidad inminente del poder divino".
El misticismo está ligado a una experiencia de lo divino y no a lo dogmático o meramente "teórico". También, es característica del místico el principio de su fe (puesto que sólo la vida en concordancia con los principios puede producir experiencias místicas reales).
Es propio de los místicos no es buscar una esfera de influencias .El místico busca en sí mismo lo que no ha logrado encontrar en su credo... En el momento en el que la búsqueda de la realidad se torna hacia el interior, alejándose de las formas hacia la vida misma, los hechos más profundos y bellos de la religión se vuelven tangibles ; podemos decir que es también "El principio de un escaso momento en donde había algo más que en  la realidad de lo que puede observarse con los ojos.  El final es ver acaso por un solo momento y observar la unidad dentro de la diversidad, la unidad como realidad más allá de las apariencias. Esta es la visión relatada por innumerables místicos, cuando el todo de alguna manera se vuelve visible de una parte y de aquí se renueva la fe y se intensifican los bríos de conocer esa unidad, y de hacerse uno con ella. El místico, en todas las tradiciones, es aquel que conoce, que experimenta la gnosis, un conocer que es necesariamente una transformación: una transustanciación. Siendo "La Realidad una unión de la Conciencia con el objeto donde hay identidad", Quien es Dios ve a Dios porque en su verdadera naturaleza, la luz del yo deberé de ver, en Dios nada es conocido: Él es indiviso, Uno.
Esto lleva a la importante noción de que el místico, para tener una experiencia mística verdadera, debe vivir en conformidad con los principios universales sobre los cuales está basada la religión. Esto es no sólo en un sentido dogmático, sino en experiencia viva: la vida como presencia divina. No hay atajo a Dios. El templo debe construirse. El misticismo es un efecto cuya causa debe ser igual al efecto producido", esto es, lo místico nunca es el resultado del milagro, sino que es consecuencia de una labor espiritual que responde a la ley de la causa y el efecto o el karma. Lo místico tampoco debe ser buscadoel fin no puede ser separado de sus medios, ya que se caería en un acto de incongruencia y deshonestidad siendo "la honestidad  el principio del misticismo". "El individuo moderno piensa que puede obtener ciertos poderes, no obstante su condición actual, utilizando trucos, pero el místico se conoce por sus obras, por cómo vive y se relaciona con los demás, no por la complejidad o supuesta elevación de una visión mística única o de un supuesto poder sobrenatural. Existe una tenue línea entre el misticismo y la alucinación, pero una experiencia mística podrá juzgarse por sus frutos, por como el individuo consigue integrar lo que ha conocido a su vida diaria, la cual deberá ser también mística.
Estamos aquí ante una doctrina del corazón y de la intuición por sobre la mente racional, puesto que la naturaleza de la mente es el análisis, la separación, la comparación y la autoafirmación. El corazón, sin embargo, puede ser una forma distinta de conocer que nos lleve a la identidad con lo que conocemos: el corazón como un ojo más sensible, que se abre a lo invisible por una simpatía. "Hay en el hombre una inteligencia cerebral y una inteligencia innata, llamada 'del corazón', que resulta de la fusión por identidad de la naturaleza de la causa cósmica, contenida en su materialización, con esta misma causa en nosotros". El corazón es donde se establece su trono, de alguna manera el corazón puede conocer la luz, porque es él mismo un sol pequeño. El corazón, también, tiene  cercanía con la divinidad, porque comparte una misma actividad: Es el gran centro energético que se da a sí mismo, fuente de la vida. "El corazón nos dice que ganamos todo dando todo. Así podremos conocer que a través del amor a Dios, experimentamos al Dios del amor. El corazón, de hecho, se convierte en lo que la mente siempre busca". El corazón se convierte en la fuente inagotable del amor: es un fuego que  es todos los fuegos. "La fe se convierte en una disciplina del corazón y a través de la fe, el hombre llega a conocer al Dios del amor que habita en la eternidad" en nuestros corazones

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