¿Percibiste que los ojos que te miraban de una cierta manera no benévola dejaron de pasar desapercibidos para pasar a un primer plano, y no poder evitar darte cuenta lo que emanan?
¿Te pasó que personas a quiénes creías conocer se revelaran simplemente porque intentaste ser tú y pusiste un límite en amor?
¿Sentís que estás expuesta a más tentaciones que antes, pero curiosamente tienen un parecido con situaciones que ya viviste?
¿Observaste que temas de los cuales antes no se hablaba ahora están sobre la mesa todo el tiempo? Tales como “bajo astral”, ataques energéticos, experiencias paranormales.
Cuando la oscuridad queda al descubierto pierde su fuerza.
Cuando comenzamos a creer que existe y nos ponemos alerta, pierde su fuerza.
Cuando reconocemos que hay partes oscuras en nuestras propias reacciones y comenzamos a cuidar como actuamos, pierde su fuerza.
La caída de los velos que se viene pidiendo finalmente está comenzando a ocurrir. Son momentos difíciles pero de mucho aprendizaje, que nos pone frente a decisiones que hemos tomado en nuestra vida, permitiéndonos redireccionar el rumbo.
Es un buen momento para conocerte completa, con tus luces y tus sombras.
Es un buen momento para elegir no volver a transitar por los lugares que ya caminaste y dolieron tanto.
Es un buen momento para tomar conciencia de los patrones que se repiten en tu vida, de vínculos, de amistades, de parejas, y preguntarte qué es lo que hay que aprender…porque hasta que no lo aprendas continuarán apareciendo cada vez en envases más engañosos y letales.
Cuando la oscuridad sale a la luz… pierde poder. Esa es la buena noticia. Y la otra es que finalmente, llegó el tiempo de vivirlo…
Escrito por: Simone Seija
Foto. Web
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