Cuando la alquimia sagrada se fusiona, dos almas forman un fractal de amor.
Al corazón no se le puede mentir.
Lo que es real jamás deja de erizar la piel.
Jamás se puede apagar el fuego sagrado que ha consumido a dos seres mágicos más allá de lo que pudieron contener.
Al alma jamás le podrás mentir.
Tú ser vibra sin control cuando el amor invade hasta la última fibra de nuestro ser.
Bendito instante ese,
bendito el momento en que dos almas se tocan con una intensidad tan sublime que nada vuelve a ser lo mismo.
Una mente que ha sido tocada por lo sublime de un amor feroz, jamás olvida lo que se siente.
Jamás vuelve a tener una noche sin que el recuerdo haga arder hasta la última neurona en su cabeza.
Es el trascender de una pasión, el deseo llevado a su máxima expresión,
el cúmulo de emociones atrayendo lo inexplicable.
Es la Magia poseyendo corazón, mente y alma.
Es el amor siendo lo que debe ser, inolvidable.
Es la exploción más bella de dos
almas cuando juntos hacen la unión sagrada y Alquímica de dos fractales que se reconocen después de miles de vidas sin tocar su alma.
Texto y Foto web
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