A mí me enseñaron a querer bonito... por eso jamás se me ha pasado por la mente lastimar ó hacerle daño a nadie. Y con esto me refiero a personas especiales que tuve en mi vida y amistades. No sé de provocar amor agónico, ni cariño disfrazado de amistad que está lleno de veneno, porque sé que eso jamás lo he querido en mi vida. Se también que cada quien es libre de cultivar en su corazón lo que consideren ya sea (bueno ó malo) para hacerlo grande ó pequeño.
Sin dudas en los años vividos he logrado cultivar mi corazón donde las flores más hermosas son la generosidad, bondad y la empatía. He trabajado mi interior y me he esforzado cada día en ser una mejor persona y buena mujer. Aprendí a lo largo de mis años a que no podemos ser generadores de cosas buenas en la vida quienes tan solo son otras personas.
A mi me enseñaron a apreciar, a valorar, a respetar a mis semejantes, pero sobretodo a respetarme por encima de todo. Aprendí a dar oportunidades porque creo en el cambio sincero, oportuno. En mis procesos puedo tener el coraje de luchar por quien quiero ó por una amistad si sintiera que en el vínculo existe la posiblilidad de ntentar mejorar actitudes, si sintiera que el aprecio es reciproco, si sintiera que valoraron el respeto que les brindé, que apreciaron mi amistad, mi cariño, que valoraron las veces que los apoyé desinteresadamente y que estuve cuando más lo necesitaron.
Saber que hay cosas que no dependen de uno es aceptar que las cosas y formas que no son reciprocas debemos mantenerlas al otro lado de la línea y esto nos lleva a que en ciertas ocasiones debemos tomar decisiones. Que por el respeto que me tengo a mi misma! es que decidí priorizar y conservar a salvo mi paz mental y mi salud emocional al momento de alejarme de personas que en su momento aprecié y es justamente por esto que yo no vuelvo a ser la persona que fui, porque di lo mejor de mi persona. Lo que los demás hayan hecho con aquello que ofrecí, no fue, no es y no será asunto mío.
Ahora si me preguntan si volvería a extenderles mi mano ó si volvería a ser amiga de estas personas nuevamente. La respuesta hoy, mañana y siempre es y será NO.
Obsequiar desde la abundancia muchas veces la gente lo confunde con carencia. Pero yo siempre he sido una mujer completa, no me hacía, ni me hace falta nada. Puedo darme el lujo de obsequiar desde la abundancia que hay en mi corazón y esto es lo que me llena el Alma y hace sonreir a mi corazón.
Escrito Por: Sandra Gissella 🌷
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