Lo quise, pero preferí alejarme.
Preferí irme antes que el tiempo avanzará más y yo solo me lastimara.
Él decía que me quería, pero a veces me sonaba a mentira.
Sus ojos me decían cosas que no entendía, sus manos eran frías aún cuando me daban tanta paz.
Él decía que siempre había sido así, que las malas mujeres le habían secado el corazón, que no era miedo, él lo llamaba precaucion.
Yo solo le atribui una cobardía inmensa, porque aún demostrándole tanto no le dí la seguridad de quererse arriesgar.
Me buscaba a destiempo, aparecía dos días, para huir tres.
Me llenaba el alma sentirlo cerca, pero justo al llegar la despedida me envolvía una tristeza enorme, sabía que después de eso vendrían días sin saber de él.
Es decir, estaba cuando quería.
Y yo me canse, me canse porque jamás lo quise a medias.
No como él estaba acostumbrado a querer y a que lo quisieran.
Aún no entiendo su manera de dar 'afecto'.
Cómo llenándolo de poesía pretendía que sus migajas se acercaran a lo que yo le daba.
Todos los días agradecía su existencia, hasta que mi cabeza me hizo la pregunta de el millón.
—¿En serio merecía eso?—
Un hombre lleno de miedos, inseguridades y un par de bolsillos llenos de pretextos, yo sabía que él no sabía lo que quería.
Y aún así me quede, un tiempo, solo un poquito, no me quise dar por vencida.
Hasta que sus actos me hicieron darme cuenta que no era ahí, él no era mi hogar, aunque me esforzara por verlo así.
¿Cómo puede ser hogar alguien que jamás ha sentido el calor de uno?
Lo quise, pero un día así sin más deje de contestar sus mensajes, atender sus llamadas y llegar a aquellos encuentros que él establecía solo porque "Me extrañaba tanto"
Supongo que hay hombres que les encanta la idea de saberse queridos, pero no querer.
¿Cuestion de ego? Quizá saber que lo quería le hacia sentir cierto poder.
Estoy segura que explicarle esto de nada serviría, él pensará que me fui por alguien más.
Y yo acá tratando de entender cómo demostrándole tanto, no le fue suficiente para por lo menos, pensar en arriesgarse y quitarse de la lengua todos esos:
—Soy así, ¿Por qué no llegaste antes? —
Lo quise, pero su miedo y cobardía me hicieron alejarme.
***Mariana Dottor***