🌷 Nunca se asomaba a un precipicio si no sabía mantener el equilibrio. Era especialista en bordear cada uno de los límites habidos y por poder sortear sin caer al vacío.
🌷 Decían que su corazón era tan bonito y tan grande que la soledad le hacía hasta compañía, le abrazaba y le arrancaba una sonrisa cuando le visitaba la melancolía.
🌷Se derrumbaba, pero aprendió a recomponerse, a soltar y a elegirse siempre antes que sufrir por alguien. Daba igual, fuera quien fuera, se elegía primero antes que nadie.
🌷 Sonreía siempre desde el alma y con el corazón ignorando todo lo que podía molestarle, porque entendió que su tranquilidad era algo inquebrantable.
🌷 Se veía bonita fuese como fuese, despeinada y sin arreglar, porque sólo su calma llenaba de vida todo lo que le rodeaba. Era amiga del caos, de los desastres, del todo, de la nada, de los quizás, de los hubiera sido y de los vendrán.
🌷 Olvidaba más veces de las que perdonaba porque donde otros veían orgullo, ella veía dignidad. Luchaba por lo que se merecía ni más ni menos, sin levantar la voz, sólo con argumentos y con serenidad.
🌷 No pertenecía a nadie, ni siquiera a ella misma, rebelde de corazón, con cicatrices y heridas que no se curarían jamás. Llena de optimismo, fortaleza y bondad, se hizo fan de los grises porque eran más de verdad.
🌷 Pura magia, al borde de la realidad, contaba las estrellas cada noche deseando una vez más ser siempre la misma con esencia y libertad.
Patricia Girol
Sacado de La Web
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