Iris "Mensajera Divina" es la hija de Taumante y de la oceánide Electra y hermana de las Harpías y Arce, mensajera de los titanes. Iris pertenecía a la raza del Océano. Simbolizaba el arco iris y la unión entre la Tierra y el Cielo, entre los dioses y los hombres, entre la Iluminación y el éter.
Fue la mensajera de Hera y compañera de Osa. Como personificación del arco iris, en el arte se le representó como una doncella con alas de oro con una túnica multicolor. El séptimo asteroide lleva su nombre y su símbolo astronómico es lógicamente un arco iris coronado por una estrella. Tenía como trabajo la transmisión de mensajes y de las órdenes de los dioses, fundamentalmente de Hera. Sus pies eran rapidísimos, al igual que los de Hermes, y usaba unas sandalias de oro aladas y una túnica coloreada con siete tonalidades distintas. Además tenia libre acceso a los Infiernos, porque de allí recogía el agua sagrada de la Estigia, sobre la cual los dioses presentaban juramento. Todos hemos visto el Arco Iris, pero es posible que nunca hayamos pensado en el significado de sus colores. Los significados de los colores pueden parecer contradictorios, sin embargo, la existencia de estos factores que a veces nos parecen benevolentes y en otras ocasiones malignos tiene un nombre: Dualidad. La cara positiva y la negativa del Universo. Las cosas no son por casualidad, ni porque sí.
El ROJO es el color que representa el amor, el romance y la pasión. Es el color de las rosas más hermosas y de la sangre que lleva la vida.
El NARANJA es el color de la abundancia, de la madurez de las frutas, de la cosecha del otoño y de las puestas del sol más hermosas.
El AMARILLO representa la felicidad, el sol y las flores más alegres y brillantes.
El VERDE es el color de la naturaleza, de la hierba, de los árboles, de los campos y del bosque. El verde representa la esperanza.
El AZUL es el color de la vida, del cielo, representa el aire que respiramos, y el agua que cubre la tierra.
El INDIGO es el color de la noche y de los sueños.
El VIOLETA representa la paz y la tranquilidad, es también el color de los tenues rayos del sol al amanecer.
Muchos siglos antes de que naciera Newton la naturaleza ya había descompuesto la luz del Sol una y otra vez ante los ojos de nuestros antepasados. Algunas veces, después de una llovizna; otras, una tormenta. Lo cierto es que el arcoíris fue durante mucho tiempo un fenómeno tan asombroso como sobrecogedor. Tomado en ocasiones como portador de augurios, en otras como inspiración de leyenda, y siempre como una obra de arte, nunca ha dejado de parecer maravilloso al ser humano. El mito de la diosa Iris no es el único. Según el Antiguo Testamento, el Arco Iris fue creado por Dios tras el Diluvio universal. En el relato bíblico, éste aparecería como muestra de la voluntad divina y para recordar a los hombres la promesa hecha por el propio Dios a Noé de que jamás volvería a destruir la tierra con un diluvio.
"Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne"
La espiritualidad moderna quiere ver también el espíritu de la serpiente en los arcos iris, en el reflejo de la luz en el agua, en las cascadas o en minerales como el cuarzo y la madreperla. Para las hechiceras el arco iris es un sueño, y ayuda a enfocar energías en hechizos favorables
Sus siete colores en el cielo son ese reflejo en nuestras vidas; cuando vemos un Arco Iris esbozamos una sonrisa y hacemos realidad la frase de “mantén una sonrisa en tus labios y tu mundo se llenará de color”.
La vida está llena de colores, pero si tú deseas disfrutar de un Arco Iris, tendrás que aprender a tolerar la lluvia. Demos color a nuestro sentir, como el rojo es la pasión, el verde la esperanza y así sucesivamente, que los colores del arco iris nos recuerden la esencia de VIVIR.
El Arco Iris sólo es visible después de la tormenta, y siempre que estemos expuestos a la luz del sol. De la misma manera, sin la luz de Dios alumbrando nuestra vida, después de la tormenta sólo experimentaremos miedo, dolor, desconfianza. Así que abre tu mente para que en el horizonte de tu corazón puedas ver el Arco Iris
La Web
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