jueves, 10 de octubre de 2024

HAY QUE TRABAJAR NUESTRO INTERIOR PARA PODER OFRECER LO MEJOR DE NOSOTROS A LOS DEMAS


Aprendí a controlar mis emociones sabiendo que no todo está en mis manos para resolver y que las acciones de los demás no representan las propias. 

Aprendí que puedo ofrecer lo mejor de mi, hacia afuera pero lo que los demás hagan con aquello, no es asunto mío.

Aprendí a no darle demasiada importancia a las cosas porque en mi propio afán, terminaba desgastándome mental, emocionalmente y finalmente aquella energía que dedicará a ello no haría en absoluto que las situaciones fueran diferentes.

Aprendí a controlar mi enojo y darme una pausa cuando siento que la furia me puede descontrolar, tomar decisiones basadas en las emociones que pueda sentir es equívoco.

Aprendí a ceder, sin sentir resentimiento alguno por absolutamente todo y aprendí a que aceptar mis errores y equivocaciones siempre me hará más fuerte.

Sanar sin tener que lastimar a nadie y sin llevar a cuestas el peso del rencor ó del dolor pues desde mi punto de vista no son buenos consejeros y sé que en la medida que guarde sentimientos negativos dentro de mí para los demás me mantendré estancado en todo lo que no quiero ó no funciona para mí.

Puedo ser luz y lo soy aún cuando la obscuridad me pueda llegar a  abrazar y en la medida que me logro expandir podré siempre ver más allá del horizonte.

Aprendí a ser yo desde mi centro más profundo que es donde radica el perdón, el amor, la solidaridad y el entendimiento.

Si hago lo que debo, lo que quiero, lo que puedo... entonces es que transformo absolutamente todo dentro de mi que es donde vive mi energía, mi fuerza, mi ser.

Ser real, natural y autentica es un trabajo que empieza en el ser. Si trabajamos en cuidamos internamente tanto mental como emocionalmente; si podemos cultivar lo mejor en nosotros en nuestro interior, podemos ofrecer a los demás lo mejor como seres humanos.

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