Si tuviera que contarte cómo estoy, te diría que el año se me está haciendo más largo de la cuenta. Te diría que tengo el nudo en el estómago desde enero y que hay lágrimas que hacen mucho daño, y que tratan de caer una y otra vez.
Si tuviera que contarte, te diría que me han decepcionado, y si me suelto un poco, te diría que hasta quien menos me lo esperaba. Y que desde entonces la confianza no tiene el mismo sentido. Te diría que tengo miedo, y mucho. Que cada día pienso que puede ser el último. Y no solo el mío, sino el de los de mi alrededor.
Si tuviera que contarte cómo estoy, te diría que triste. Y que a veces las fuerzas flaquean sin saber muy bien por qué. Te diría que necesito un abrazo de esos fuertes fuertes, donde te quedas un buen ratito ahí apretada. Y no quieres despegarte. Te diría que hay sonrisas que se quedan en el aire y otras que no llegan ni a salir. Que a veces amanece nublado y no acaba saliendo el sol.
Si tuviera que contarte, te diría que pienso más de la cuenta, y que a veces me gustaría apagar lo de ahí dentro por un momento. Te diría que a veces tiemblo y no es de frío. Y que hay cicatrices que no se terminan de curar.
Si tuviera que contarte, te diría que también tengo esperanzas y que las ganas nunca faltan, aunque las intenten quitar.
Lo mejor de todo es que todo lo bueno sigue pesando más, las sonrisas son más grandes y sincesas, los abrazos más reales y las miradas más sinceras ”.
Créditos al autor ✍️
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