domingo, 27 de octubre de 2024

UN ACTO DE AMOR

Un acto de amor también es dejar en libertad, si al ver que tu persona especial te demuestra con gestos, acciones y  en  su cara que no es feliz a tu lado, regálale la libertad, si lo amas no permitas que se quede donde no es feliz, deja que sea libre amando con total libertad. A veces nuestra terquedad nos lleva a pensar que debemos esforzarnos por mantener a esa persona en nuestras vidas y entregamos demás a quienes en realidad no se sienten comod@s con nuestra energia y vibra, el hecho de que se mantengan por a ó b motivo a nuestro lado se vuelve tenebroso porque las acciones, los hechos solo reprimen ó lastiman; cuando en realidad,  las emociones de ambos deben de permitirse ser libres y disfrutar de todo lo bueno que se puedan proveer sin hacer que el alma de cada quien vaya  apagando su brillo. 

Hay que entender que aunque se tenga la capacidad de demostrar amor, de obsequiar lo mejor de un@,  también hay que cuidar de nosotr@s mism@s. Hay que prestar atención en las acciones, en las palabras, en los hechos y en todo aquello que no deje que nuestras almas y corazones sonrían.

Hay momentos en que hay que centrarnos y decir l@ quiero, la am@, pero no somos especiales para las personas que talvez para nosotr@s si lo son. Hay que entender y respetar las emociones del (a) otr@. No quiere decir que sean malas personas, tan solo son otr@s que no están en sintonía, ni en la misma vibra que tú, tan sólo son diferentes y eso tampoco esta mal. Sin duda sabemos que las emociones de tod@s importan.

No dejen que el Ego los confundan, si no l@s respetan, l@s aprecian, l@s valoran, l@s aman, dejen que esas personas se vayan, que tomen su camino, que vuelen y que sean felices con quien decidan serlo. Si la otra persona no tiene el valor de irse y la relación no es bonita, si tu corazón no es cuidado dá ese paso tú, se tú el (la) valiente y suelta la cadena que no deja que ninguno de los dos sea feliz. 


Sandra Gissella 🌷




jueves, 10 de octubre de 2024

HAY QUE TRABAJAR NUESTRO INTERIOR PARA PODER OFRECER LO MEJOR DE NOSOTROS A LOS DEMAS



Aprendí a controlar mis emociones sabiendo que no todo está en mis manos para resolver y que las acciones de los demás no representan las propias. 

Aprendí que puedo ofrecer lo mejor de mi, hacia afuera pero lo que los demás hagan con aquello, no es asunto mío.

Aprendí a no darle demasiada importancia a las cosas porque en mi propio afán, terminaba desgastándome mental, emocionalmente y finalmente aquella energía que dedicará a ello no haría en absoluto que las situaciones fueran diferentes.

Aprendí a controlar mi enojo y darme una pausa cuando siento que la furia me puede descontrolar, tomar decisiones basadas en las emociones que pueda sentir es equívoco.

Aprendí a ceder, sin sentir resentimiento alguno por absolutamente todo y aprendí a que aceptar mis errores y equivocaciones siempre me hará más fuerte.

Sanar sin tener que lastimar a nadie y sin llevar a cuestas el peso del rencor ó del dolor pues desde mi punto de vista no son buenos consejeros y sé que en la medida que guarde sentimientos negativos dentro de mí para los demás me mantendré estancado en todo lo que no quiero ó no funciona para mí.

Puedo ser luz y lo soy aún cuando la obscuridad me pueda llegar a  abrazar y en la medida que me logro expandir podré siempre ver más allá del horizonte.

Aprendí a ser yo desde mi centro más profundo que es donde radica el perdón, el amor, la solidaridad y el entendimiento.

Si hago lo que debo, lo que quiero, lo que puedo... entonces es que transformo absolutamente todo dentro de mi que es donde vive mi energía, mi fuerza, mi ser.

Ser real, natural y autentica es un trabajo que empieza en el ser. Si trabajamos en cuidamos internamente tanto mental como emocionalmente; si podemos cultivar lo mejor en nosotros en nuestro interior, podemos ofrecer a los demás lo mejor como seres humanos.